Hotelito encantador, muy bien ubicado en el valle de las 1000 palmeras en el bonito pueblo de Haría con parking privado.
La entrada del hotel con sus grandes escaleras es bonita, con sus naranjos y flores.
Esta restaurando con buen gusto y con muebles antiguos.
La biblioteca es la orginal de la casa y es para visitarla. No se la pierdan.
La sala de comidas es agradable dónde sirven un buen desayuno a la carta y el servicio es excelente.
Un dia no teníamos mucho tiempo ya que nos íbamos de excursión a la Graciosa y nos ofrecieron sin dudarlo un “picnicito” para llevar. Nos fuimos súper contentos con nuestros bocadillos calientes, fruta fresca, brownie casero y agua jejeje
La habitacion comfortable con un gran ventanal y una cama muy muy cómoda.
Cuando llegamos nos ofrecieron una habitación superior a la que reservamos y nos encantó.
Son muy atentos y se les nota que quieren que pases una buena estancia.
Todo el equipo del hotel estan siempre disponibles para explicarte rutas, restaurantes, la historia de la casa… no duden en preguntar les atenderan amablemente.
Repetiremos. Tranquilidad, bonito, limpio, cómodo, muy buen desayuno y professionales.
Gracias